Situémonos, estamos en Lisboa, este verano de 2014. De pronto una mañana nos encontramos con un gran cajón sobre la acera imitando una de las cajas de los semáforos donde habita un pequeño muñeco, verde o rojo, según los casos, que nos guía en nuestra travesía hasta la siguiente acera, de las portuguesas con los pequeños adoquines de color beis o negro, vamos de las de siempre.
Lo que ocurre es que el indicador de la apertura de la vía está ocupado, bailando para ser más exactos y así, malamente nos va a servir para algo.
Making Of: The Dancing Traffic Light
Bueno, por lo menos para pasarlo bien ya que la gente se anima, lisboetas y foráneos, todo el mundo en la zona se involucra en el desarrollo de la idea de Smart para publicitar su nuevo modelo, o su nueva idea, o su nuevo color, es igual la cuestión es estar en el candelero y ellos lo logran, si o si, con muñecos, con bicis, viejas camaras de fotos, viejas ciudades maravillosas, siempre sorprendiendo, es su camino. Y el nuestro, por lo menos lo intentamos, que no se diga. No nos olvidéis, por favor, no podríamos vivir sin ti.
