Hoy vamos A Toda Hostia hasta Dubai, pero no será en uno de los estratosféricos/estrafalarios vehículos que, según cuentan y nos muestran continuamente, se pasean en un interminable vengo, voy y paso por encima del mundo con mis 1200 CV de potencia y mis más de 430 km/h de velocidad punta (Bugatti Veyron Super Sport y similares).

By Autoviva (Flickr: Bugatti Veyron Super Sport) [CC-BY-2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], via Wikimedia Commons

Una vez aclarado este punto tenemos que señalar que la visita será corta, 24 horas exactas, que menos para estar en Dubái, bueno, pero como casi no vamos a salir del aeropuerto, tan solo por una ventanita en el techo del edificio terminal 3, por donde, seguramente, accedieron los chicos de www.dubai360.com con sus cuatro Canon D1 y sus cuatro objetivos también Canon EF 8-15mm f4 L USM todo ello en una perfecta sincronización como nos aseguran en su página web y que nosotros confirmamos tras la visualización del timelapse de 24 horas concentrado en 3:21 aparte el tiempo de aguantar al pesado que esto escribe y el que de motu proprio de cada uno de vosotr@s, le dediquéis a la pagina del emirato que se nos presenta en el formato de 360º que utilizan para impresionarnos y si uno es de los que fácilmente se quedan boquiabiertos, esta es una de las ocasiones señeras para conseguir atrapar a todas las moscas del desierto con nuestra lengua rampante en campo de baba.

Por que las fotografías de los edificios de la ciudad, de la suite presidencial y demás no hacen que se nos quede la cara más tonta de lo que la tenemos habitualmente, bueno, al menos la mía, que ya sé que vosotros estáis hechos de otra pasta y de vuelta de tonterías como estas. Tonterías, si, confirmo, pero en las que se gastan una cantidad de dinero impresionante que previamente nos sacaron a nosotros de nuestros esquilmados bolsillos arrastrándonos por las gasolineras de nuestras carreteras.

En fin, cosas del siglo XXI. Hay, quien pudiera volver a los añorados tiempos de la Santa Inquisición y sus apetecibles tormentos que esos eran blanco o negro y no como ahora que no paran hasta que no nos sacan las entretelas y eso que las llevamos bien cosidas y pegadas.

Sed buenos que nunca sabemos lo que nos espera a la vuelta de la esquina.