Los ingleses para referirse a la afición por caminar por el campo, por los caminos, veredas y senderos que la naturaleza y el hombre ponen ante nuestros pies lo solucionan con el vocablo trekking que se traduce al español por senderismo, pues eso utilizando como medio de transporte la bicicleta en vez de nuestros pies, se transforma, por obra y gracia de los publicistas de Orbea en bicicleting, que nosotros podríamos traducir por la frase: turismo en bicicleta. Hay veces en que los ingleses nos ganan a algo, pocas pero, hay que reconocerles que esta es una de ellas. Su idioma, depende para que, es más practico para unir nombres con adjetivos de forma que consigamos nuevas palabras que son imposibles en español e incluso, muchas veces, no tienen traducción. Ahí está su fuerza para crear nuevos vocablos partiendo de la nada. Bueno, eso y que, actualmente, el origen ingles, estadounidense y derivados, se haya en la cresta de la ola para inventar nuevos artilugios y con ello las palabras asociadas a los mismos que, nosotros, inmediatamente, ávidos de las novedades, importamos sin pararnos a valorar las consecuencias, para nosotros y nuestros descendientes.

El resultado es, este vídeo de Orbea, con la denominación de bicitrekking. Desde luego yo, que recorrí 800 kilometros de pistas, senderos, cunetas, caminos y carreteras de España para llegar desde Roncesvalles a Santiago, despues de haber entrenado durante unos cuatro o cinco mil por senderos también, para nada soy un bicicletingo o como se diga esa cosa, tan solo fui un caminante, peregrino, paseante, etc, pero esa cosa fea, bajo ningún concepto.
Hasta hoy, que me planteo salir nuevamente a la carretera, pero esta vez en sentido inverso, volver desde Vigo hasta, por ejemplo, Sevilla y de nuevo, otra vez sobre mis pedaladas, esta vez hasta casa, pasando por Santiago, o no, que a mi lo de los rezos, no me llena en manera alguna, bueno sí, de indiferencia sí que me llena .
Es tan solo una idea. Pero si se cumple ya seré un bicicletista si quieren los de Orbea, de lo contrario me valdría una palabra española y bonita: trotamundos. Veremos en que queda. Posiblemente en nada, pero está bien lo de tener ocurrencias, ganas de hacer cosas, ganas de tener ocurrencias que después no llegan a la categoría de cosas, se quedan para siempre en la de ocurrencias que también es una bonita palabra, española y bonita.

Como yo, bueno pero yo soy bonito y del norte, pero no en lata. Os quiero.